Leonardo Morales: Trastornos escultóricos
Artes Visuales, Artistas del mes | Entrevista por Marcos Palomeque · 14.05.2020
Cuando vi por primera vez la obra de Leonardo, cuerpos cercenados, figuras fantasmales, hombres y mujeres que cubren su rostro y miran de soslayo en situaciones que esconden misterio; no pude evitar recordar el Nocturno de la estatua que Xavier Villaurrutia le dedicó a su amigo, el pintor, grabador y escenógrafo Agustín Lazo. Un poema en el que Villaurrutia plasma los recovecos llenos de misterio y las sombras que flotan en los espacios nocturnos de la obra de su querido amigo.
Nocturno de la estatua.
Soñar, soñar la noche, la calle, la escalera
y el grito de la estatua desdoblando la esquina.
Correr hacia la estatua y encontrar sólo el grito,
querer tocar el grito y sólo hallar el eco,
querer asir el eco y encontrar sólo el muro
y correr hacia el muro y tocar un espejo.
Hallar en el espejo la estatua asesinada,
sacarla de la sangre de su sombra,
vestirla en un cerrar de ojos,
acariciarla como a una hermana imprevista
y jugar con las flechas de sus dedos
y contar a su oreja cien veces cien cien veces
hasta oírla decir: «estoy muerta de sueño». [1]
Xavier Villaurrutia
¿Cómo fueron tus inicios en el arte Leonardo? ¿Qué recuerdas como primer contacto con el arte?
Yo creo que tuve mucha estimulación gracias a mi padre porque él me hablaba mucho de música, me hablaba mucho de autores, de escultores no tanto, pero yo era un niño muy vago y una forma de calmarme era dándome plastilina. Entonces yo empezaba a hacer mis propios juguetes, me gustaban mucho los dinosaurios y ahí los plasmaba.
Ese fue el primer acercamiento, creo que los dos primeros artistas que me impactaron fueron Leonardo da Vinci y Beethoven.
¿Y cómo fue tu formación?
Lo primero que estudié saliendo de la preparatoria fue psicología. Estuve estudiando en Chihuahua y saliendo de la escuela siempre me sentía aburrido, entonces tenía un amigo que estaba estudiando psicología y filosofía simultáneamente, eso me dio confianza para estudiar al mismo tiempo Artes Plásticas en la Universidad Autónoma de Chihuahua.
¿Cómo es la vida cultural en Chihuahua Leonardo?
Pues creo que ahora se está centrando la visión de las personas en el arte, sobre todo en los jóvenes porque antes estaba muy limitado todo. No había tanto acercamiento a la música, a la pintura, a la escultura, al grabado y a la fotografía. Y ahora hay mucho de eso allá.
La gente quiere ver más, quiere conocer más, pero todavía es algo incipiente.
¿A eso se debe que estés viviendo en la Ciudad de México actualmente?
Yo me moví de Chihuahua porque me aburría un poco. Decidí desenvolverme profesionalmente aquí porque sentía el campo muy limitado. Me empecé a frustrar un poco con mis estudios en psicología, primero me mudé a Guadalajara y ahí estuve trabajando una temporada con un pintor. Ese fue mi primer acercamiento profesional al arte y después de eso trabajé en un psiquiátrico.
Tengo un amigo que trabajaba con un escultor y el hermano de ese escultor necesitaba un asistente, él vio mi trabajo, me recomendó y es así como llegué a Ciudad de México.
Eso que me comentas del psiquiátrico está interesante ¿Qué hacías ahí?
Pues yo hacía acompañamiento a los pacientes, como terapias de contención, cuidados de tipo paliativo, checaba los medicamentos, actividades, eso en general.
¿Hay algo de tu experiencia en el psiquiátrico en tu obra?
Sí, bastante.
Siempre me gusta contar una historia que engloba la temática general de mi obra. Al momento de ver mis esculturas, procuro que las transmitan. Hay algo que está detrás de lo visual, una emoción que contiene la psique del personaje que estoy plasmando. Entonces siempre me ha interesado esa parte porque creo que sin esa ella no hay arte, no hay escultura. Yo quiero hacerlo proyectivo.
Cada pieza que hago tiene cierto movimiento o tiene cierta actitud. Entonces es como una fotografía; busco plasmar el instante en el que hay una catarsis, un momento en el que la pieza se transforma y pasa de su esta anterior al actual.
También es un trabajo muy terapéutico, porque también voy sacando frustraciones, molestias, euforias, etc.
Por lo que veo en tu trabajo, tratas la figura del cuerpo humano de una forma inusual. Desmiembras tus piezas, las cercenas o las colocas en posturasco naturales y en algunos casos buscas la abstracción ¿A esto te refieres cuando afirmas que se encuentran en unstante de catarsis?
Exacto, es el cambio de su forma figurativa a una forma más conceptual o abstracta.
También creo que tiene que ver con mi búsqueda artística o de creación.
¿Qué es lo que buscas?
Intento separarme un poco de ciertos vicios que tengo en la escultura. Es decir, quiero separarme de lo figurativo, de hacerlo todo “perfectito”. Entonces, hacer los cortes o cercenar es esa búsqueda que quiere abstraer una idea corporal.
¿Y en qué momento definiste qué es lo que quieres expresar y cómo lo quieres expresar? Hablando de la técnica.
Antes de entrar a Artes Plásticas yo tomé un taller de pintura en Chihuahua y estaba intentando encontrar la pasión por la pintura y el dibujo, pero la verdad es que no tengo el talento para ser pintor y dibujante. Así que me empezó a frustrar y comencé a sentir molestia.
Además, no es como la escultura, en donde si siento que hay una carencia, puedo buscar e intentar diferentes estrategias para mejorar. En la pintura o el dibujo no puedo, me frustro y siento que lo que hago no es mío. Luego en la carrera fue en donde lo odie completamente porque no sabía aplicar color. Y pues esa fue mi pequeña incursión en la pintura.
Actualmente también estoy experimentando con fotografía e iluminación. Entonces eso es algo con lo que estoy experimentando fuera de la escultura. Es un poco cansado porque no sé mucho de fotografía, pero no me he rendido con eso, procuro no usar mucho Photoshop porque siento que no es por ahí el camino por el que quiero entrar en la fotografía, pero eso también requiere que tenga un mayor control con la cámara.
Sí, me imagino que sin el uso de algún programa de edición, la fotografía requiere más destreza técnica de tu parte. Volviendo a la escultura, también me interesa saber ¿Qué materiales usas y cómo es que ha sido tu proceso de cambio con respecto al uso de materiales?
El material que uso para modelar siempre es plastilina y ya en una pieza terminada uso resina o bronce. En cuanto al proceso de evolución del material creo que es interesante como de la primera pieza que sale de resina o de bronce tiene ciertas imperfecciones, antes yo las daba por terminadas, y ahora conforme voy trabajando y viendo las manos que pasan por todo el proceso de moldes y vaciado de la pieza, voy perfeccionando el ojo para cambiar detalles, ver qué se puede pulir más, etc.
Cuando estaba en la universidad trabajaba mucho con cerámica y creo que es el material más noble y fiel con el que he trabajado porque así como termina la pieza, se mete al horno, y si bien puede explotar o se pueden hacer grietas, si está bien hecha la pieza “sale tal cual”.
En una pieza de bronce o de resina, existen otras manos que pasan en el proceso y siempre tiene cambios, entonces eso también es algo que hay que ir aceptando y que de manera paulatina obtienes perfección.
Cuando trabajaste con cerámica ¿se te dificultó construir a partir del hueco?
Es difícil, un poco tedioso y también tardado, pero no se me dificultó mucho. Es parte del mismo.
No me parece aburrido y siento que requiere todo el tiempo de tu concentración, entonces no batallé. Solo en la última pieza que jamás terminé, eso sí fue un calvario porque se me cayó como tres veces, la pasta era muy frágil y yo no tenía mucha experiencia con esa pasta. Además la estaba trabajando en mi cuarto, entonces no eran las condiciones adecuadas.
¿Cómo sientes que ha evolucionado tu obra?
Siento que ha sido progresivo el avance, cuando llegué a Ciudad de México tenía una idea lo que quería hacer, entonces sobre eso me puse a trabajar, luego tuve un shock porque comparé mi trabajo con el de las personas que estaban cerca de mí y empecé a buscar otra cosa.
Mi primera pieza fue un elefante, en una exploración fallida y después de eso me enfoqué en lo que pasaba conmigo y no tanto en lo que los demás querían ver en mi obra, entonces eso me dio mayor libertad conforme me fui separando del gusto de otros, empecé a encontrar la forma en mi trabajo.
¿Y qué temas abordas a través de tu trabajo?
Me interesa mucho todo aquello que genera un cambio en las personas, es decir, traumas, algún momento lúdico, una regresión; estuve trabajando una pieza que es el torso de un hombre, sin brazos, sin piernas, es un agresor, un violador sexual. Entonces eso que quise plasmar es un instante, esta clase de persona hecha una pesadilla.
Esa es la segunda parte de una pieza en la que una mujer sostiene el miembro viril de un hombre esta mujer es alguien que ya atravesó por una batalla y que ya no tiene partes de su cuerpo, la mitad de su rostro, ni de su torso, pero está parada de forma retadora mirando al espectador.
¿Qué influencias tienes para llegar a estos temas y al tipo de trabajo que realizas?
Una influencia muy grande, son dos clásicos, uno es Miguel ángel y el otro es Rodin. Son dos escultores que me han influenciado muchísimo por su evolución. Rodin creo que también empezó a experimentar mucho con la forma y se fue a un sitio más extraño.
Y de escultores contemporáneos Evan Penny, que es un escultor hiperrealista, especialmente en su exposición Ask Your Body en la Chiesa di San Samuele en la Bienal de Venecia porque eran torsos, partes de cuerpos y por lo general el hiperrealismo no me gusta mucho, pero el manejo que hizo de esos cuerpos me inspiró y me lleno de un nuevo aire, a pesar de que son muy pocas obras en la exposición.
Por lo que escucho en tus referencias admiras a escultores que tienen una habilidad técnica extraordinaria y un entendimiento muy completo de las proporciones del cuerpo humano, pero que ya avanzados en sus carreras comienzan decantarse hacia algo más abstracto, hacia un trabajo más conceptual, tal es el caso de Rodin, y por lo que entiendo es hacia dónde va tu obra ¿cierto?
Si, totalmente.
Una cosa es tener la concentración y la capacidad de crear un cuerpo tal cual, pero hay muchos escultores que hacen cosas increíbles, técnicamente hablando, mi búsqueda ya no está tanto en la técnica. Es buscar que la obra le llegue al espectador como un sueño, algo que al verla lo haga sentirse extraño, que lo haga pensar. Esa es mi búsqueda, es difícil, creo que no lo he logrado todavía pero para allá voy.
¿Piensas en el espectador cuando estás produciendo una obra o te centras en tus intereses propios?
Creo que pienso en el espectador.
El primer espectador con el que me enfrento soy yo; si a mí me gusta, si me siento cómodo con la obra y entro en un “viajecito” al ver las piezas, me da más seguridad de lo que va a ver el otro.
Después de eso, no me interesa mucho que alguien que vea mis piezas diga: “qué bonito”, “me encanta” o cosas por el estilo, porque si fuera así me pondría a hacer otras cosas más lindas.
Es una cuestión también de mi formación como psicólogo, me gusta cierto tipo de test en donde las personas se proyectan, hay uno que se llama test de percepción temática que consiste en lo que el sujeto concibe a través de una serie de estímulos que le ponen.
Pienso en mis piezas como un ejercicio de dos, tanto del que lo creo como del que lo ve. Me gustaría que exista un proceso intrínseco en el de afuera.
Esto lo pregunto porque muchas veces, cuando entrevisto a los artistas ellos me dicen que no les interesa mucho lo que va causar su obra en el espectador o en usuario final al momento de construirlas. La diferencia contigo es que si en ellos en el momento de la construcción y eso me parece muy valioso.
¿Qué pasos acostumbras seguir para construir tus piezas?
Lo primero que hago es solidificar la estructura, por lo general uso estructuras de metal, entonces la sueldo, les pongo poliuretano alrededor, tallo la forma principal, después de eso, coloco plastilina y construyo rápido. Esa parte de hacer la estructura y poner plastilina tiene que ser rápida porque si no, pierdo el interés.
¿De cuánto tiempo estamos hablando?
Por ejemplo, para la forma general de una pieza de tamaño natural me llevo un día o dos en construir con plastilina.
Okay, si trabajas muy rápido…
Si, lo pesado ahí es buscar las formas adecuadas, porque me clavo mucho en los detalles y eso es algo que quiero dejar atrás, pero todavía me cuesta trabajo; y curiosamente es la parte más tardada, ahí me puedo tardar un mes o dos meses.
Ya veo, entonces construyes rápido ¿y qué sigue?
Pues voy dando formas, si quiero dar énfasis en un pie, me concentro solo en ese pie he intento dejarlo lo más real posible, aunque el resto no tanto.
Después de los detalles ya se le aplica el silicón para hacer el molde, lo quito y dependiendo de si se hace en bronce o en resina. Si es en bronce, al molde se le echa cera, después se saca la cera y se le mete un yeso cerámico. Esa técnica se llama la cera perdida y se llama así porque lo que era cera se evapora y lo que entra es el bronce.
Es un proceso muy bonito que hay que ver.
¿Piensas volver a trabajar con barro y cerámica o ya encontraste tu estilo en el bronce y la resina?
Indiscutiblemente voy a volver al barro, porque es el primer material con el que se trabajó la escultura, es un material que te libera mucho, es muy regresivo y a mí me encanta, solo que a veces ciertas condiciones del espacio no lo permiten, el barro ensucia mucho y hay que tener mucho cuidado.
A lo mejor en medio año si trabajaré con cerámica nuevamente.
¿Actualmente en qué proyectos estás trabajando?
Actualmente estoy trabajando en dos piezas tamaño natural en donde busco representar más el movimiento del cuerpo. Un sentido más bestial de los personajes que puede que tengan un cuerpo femenino pero con garras de animal, etc.
Y además estoy trabajando en un proyecto de imagen y sonido que saldrá después.
¿Qué sigue después de esto?
Hacer una exposición en la que la antesala sean las esculturas con el proyecto musical e imagen de fondo.
Presentarlo en un espacio parecido a una bodega sería increíble.
¿Qué consejo le darías a un artista que quiere iniciarse en la escultura?
El primer consejo que daría es que si alguien quiere dedicarse al teatro, la música, la pintura o la escultura, lo primero que tiene que hacer es perderle el respeto a la familia. No lo digo de forma despectiva ni violenta, sino a perder el miedo. Muchas veces por miedo no hacemos lo que queremos, la psicología para mí por ejemplo.
Creo que el primer paso es perderle miedo al coraje familiar. Duele, pero al final todos terminan contentos.
¿Y para las personas que quieren acercarse a la escultura o coleccionar escultura?
Les diría que igual que la música e igual que el cine, tienes que tener un gusto por lo que estás viendo y fe. Por ejemplo, si te gusta Quentin Tarantino o Pedro Almodóvar, vas a esperar su próxima película. Uno como espectador apuesta por eso, el incentivo creador.
Entonces considero que alguien que se quiere acercar a la escultura, como usuario, como espectador o como coleccionista, no solo debe comprar por comprar o ver por ver, hay que clavarse, conocer al artista y tener una conexión con el proceso artístico.
Ir con el escultor o el artista.
[1] Un poema de Xavier Villaurrutia, “Nocturno de la estatua” (fragmento) en Nostalgia de la Muerte. Escucha el Nocturno de la estatua en: https://descargacultura.unam.mx/poemas-xavier-villaurrutia-3471075
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