Cuando desear todavía era útil. Una entrevista con Ámbar Líquido
Diseñadores del mes, Diseño | Entrevista por Marcos Palomeque · 02.06.2020
En mi opinión, la ilustración y la animación infantil han transformado la manera en la que vemos el mundo, pero no siempre nos damos cuenta de esto; y muchas veces se considera que quienes hacen ilustración infantil practican una especie de subgénero al que rara vez se le da el reconocimiento que merece.
Ámbar líquido es ilustradora y animadora de Once niñas y niños, la barra infantil de Canal Once, y la mejor manera de describir su trabajo es retomando el lema de los cuentos de hadas de los hermanos Grimm “Cuando desear todavía era útil”, que alude a los tiempos en los que los genios de las lámparas maravillosas concedían deseos y nos daban tres oportunidades para ser felices.
Bajo la premisa de pensar que los deseos pueden servir de algo, las animaciones y las ilustraciones de Ámbar ofrecen la oportunidad de desear y de empatizar con las nuevas generaciones que todavía tienen mucho que aportar al mundo. Ámbar Líquido es nuestra diseñadora de junio en Farolito.
Nelly, tu trabajo transita en diferentes disciplinas, haces ilustración, animación, me parece que también haces diseño. Entonces me gustaría saber ¿Cómo te defines?
Pues me defino, tal como lo refiere la licenciatura que estudié. Soy diseñadora y comunicadora visual porque más allá de que haga ilustración, motion graphics, animación para distintas plataformas, etc., la ilustración solo es parte de esta comunicación visual.
Pienso que diseñadora y comunicadora visual queda perfecto y no está demás darle este detalle de ilustradora y animadora.
Para los que estudiamos esta carrera nos era muy difícil comprender de qué trataba la comunicación visual, ¿Por qué no llamarla simplemente diseño gráfico? Y ahora lo comprendo, la disciplina va más allá de simplemente diseñar, utilizar tipografías, trazar retículas. Tiene que ver con transmitir un mensaje y hacerlo potencialmente funcional.
¿Y en dónde estudiaste Diseño y Comunicación Visual?
En la Facultad de Artes y Diseño, antes ENAP (Escuela Nacional de Artes Plásticas).
El aprender tantas cosas nuevas hicieron que indudablemente yo fuera de la mano de la frustración, de la curiosidad, del entendimiento, etc., por lo que me parece que a lo largo de la carrera me sirvió muchísimo el tronco común y me atrevo a decir que me quedé con más ganas de este, antes de saltar a la orientación que tomé: la ilustración, la que acabó de definirme.
¿Cómo aprendiste animación?
Gracias a un diplomado de motion graphics que cursé, pude aprender las cosas básicas y esenciales. Después de eso me sirvió mucho ver videos y tutoriales de profesionales; y mi pareja me enseñó bastante. No sé mucho, me falta todavía, pero me defiendo en lo esencial, ja, ja, ja.
¿También diseñas Nelly?
Me parece que tanto la animación y la ilustración dependen del diseño y viceversa. Me gusta diseñar pero nunca ha sido mi pasión hacerlo. Me parece que es de admirar cuando una persona se considera aficionada al diseño porque en lo que a mí respecta, en ocasiones es muy frustrante.
¿Por qué te parece frustrante el proceso de diseñar?
Creo que tiene mucho que ver con la forma en la que organizo mis ideas. Cuando voy a diseñar me llegan muchas ideas y se me complica aterrizar toda la información que viene a mi mente, tanto de lo que yo investigo, como de las experiencias que tengo.
Me parece que una parte importante de la educación visual es seleccionar las ideas más acertadas para un proyecto y concebir algo diferente y funcional, eso se me complica un poco, pero el resultado final siempre es satisfactorio.
¿Cómo es tu proceso creativo?
Bueno, como yo trabajo haciendo ilustración y animación en televisión para niños, el proceso creativo trata de muchas cosas. Tiene que ver con mis experiencias personales, con las historias que me han contado, con las caricaturas que vi antes, libros que he leído, entre otras cosas que son parte de una biblioteca que se tiene que estar nutriendo constantemente, para que cuando tengas que hacer una propuesta puedas acudir a esa biblioteca visual de memorias.
Una de las cosas que agradezco haber aprendido en la facultad y que antes me parecía muy tediosa es la investigación. Acudir primero a referencias, ideas y trabajos de diferentes personas, sin copiar o calcar.
A veces el producto tiene que estar directamente relacionado con la esencia de una marca y eso puede convertir el trabajo en algo genérico, pero siempre se le puede poner un poco de ti.
¿Sigues una metodología Nelly?
Pues primero busco referencias antes de hacer cualquier boceto, después de eso me siento en una silla y empiezo a recorrer el proceso mentalmente, como si mi cerebro fuera un programa de Adobe en donde puedo cortar y editar un poco de los referentes que busqué, para saber cómo unirlos y sintetizarlos en el concepto que hay que representar y después comenzar con los bocetos.
Después del boceto, selecciono el mejor y eso lo concreto en uno de los programas de diseño que utilizo.
¿Cómo te gusta que te conozcan: Ámbar líquido o Nelly González?
Pues es una ambivalencia un poco extraña ja, ja, ja, porque desde que entré a la carrera me ha gustado el pseudónimo de Ámbar líquido y la verdad es que me agrada muchísimo pero hay ocasiones en donde me gusta ver mi nombre, porque al final así es como me llamo y me gusta, pero creo que prefiero un poquito más Ámbar líquido.
¿Y por qué ámbar líquido?
Desde niña me han gustado mucho los árboles y las plantas, y antes de entrar a la universidad tenía un árbol favorito, pero no sabía el nombre, así que después de buscar mucho, llegué al nombre. El árbol se llama liquidámbar, entonces ese es el primer pseudónimo que adopté pero intente crear una cuenta de twitter y el nombre ya se había ocupado por una cuenta de árboles, ¡entonces solo lo invertí! y me encanta porque nunca encuentro algo similar, cuando abro una cuenta digital, el nombre siempre está libre.
¿Trabajas en Once niños (ahora Once niñas y niños) cierto?
Sí, llegué porque se abrió una plaza de diseñadora y me avisaron, entonces yo inmediatamente mandé mi CV y mi portafolio y se dio muy rápida la contratación.
Ya estando ahí me sentí muy identificada con el medio a diferencia de los lugares en los que había trabajado antes, que eran agencias. En las agencias había vivido una frustración creativa porque son muchas ideas que se crean todo el tiempo y que luego no se llevan a cabo y se van al baúl de las ideas desechadas; al final eso es frustrante porque muchas veces es algo en lo que pusiste mucho empeño y corazón y no terminan en ningún lugar.
Por otro lado, aquí en el canal puedo ponerle corazón y empeño a cualquier cosa y sé que va a estar en pantalla y no solo va a estar ahí, flotando en la nada, sino que va dirigido a un público infantil que va conmigo como anillo al dedo porque a mí me encanta convivir con niños, enseñarles, etc., antes tuve la oportunidad de impartir talleres de arte, expresión gráfica y tuve mucha comunión con niños que me ayudó a entender de una forma totalmente distinta lo que significa trabajar con ellos o para ellos porque al entender cómo funcionan, cómo hablan, cómo piensan, cómo se desenvuelven, puedes proyectarles materiales y elementos gráficos, animaciones e ilustraciones mucho más fácil, sin necesidad de subestimarlos o de encajarlos en un estándar.
¿Cómo es el proceso de ilustrar y generar contenido para niños?
Nuevamente, el proceso va de entender cómo es que ellos funcionan. A pesar de que en la actualidad hay mucha ilustración y animación infantil, los creadores no siempre entienden la manera de pensar de un niño.
Me parece que hay que entender que lo que se necesita al hacer material infantil es potenciar el pensamiento creativo del niño acercándolo a lenguajes, procesos y recursos que van más allá del entretenimiento.
¿En dónde están plasmados esos procesos y esos lenguajes en tu trabajo?
Sin duda alguna, en las composiciones, en las formas y en las técnicas.
Para un público que no está muy adentrado en el mundo del diseño, ¿Qué cualidades tienen estas formas, composiciones y técnicas?
Son excéntricas, son muy estimulantes en los colores, en las texturas y precisamente es por eso que se aplican desde siempre. Por eso son tan ricos visualmente, porque las texturas van desde el carboncillo, pasando por collage, grabado, estampado, acuarela y todas las técnicas que te puedas imaginar. Eso les encanta a los niños.
Y bueno, también hay que aprender a no abusar de las técnicas, siempre hay que encontrar un equilibrio que va del gusto a la legibilidad del mensaje.
¿Qué consejo le darías a una persona que se quiere dedicar a la ilustración y a la animación infantil?
Si quieres dedicarte a la ilustración o animación infantil te tienen que gustar los niños. O al menos deben darte muchas ganas de conocerlos y saber qué piensan.
Es algo que he visto y que por experiencia propia lo puedo asegurar, porque muchas de las personas que trabajan conmigo dentro del canal Once, están trabajando todo el tiempo con niños. A veces van al foro, otras ocasiones tenemos actividades con ellos y te das cuenta de que todos los que están ahí, así sean escritores, productores, del staff o de diseño, saben cómo platicar y relacionarse con ellos.
Ese es un patrón que veo y por eso aseguro que para hacer animación o ilustración infantil, debes de tener curiosidad por conocer a los niños, de escucharlos, de ver como dibujan y mantener una interacción cercana con ellos, a través de tus materiales.
El niño no piensa como diseñador, él no puede hacer un análisis formal de lo que ve, así que una vez que entiendes sus códigos visuales y su desarrollo; en el que comienzan con garabatos, luego lo esquemático y finalmente con dibujos realistas, entonces tú también puedes generar materiales para ellos.
Hay que partir de preguntas simples como: ¿por qué hay tantas ilustraciones de niños con una perspectiva egipcia, en la que la cara está viendo al frente aunque el cuerpo esté de perfil?
Y si entiendes que es porque muchos niños trabajan así, ellos sentirán empatía con esos dibujos porque los que hacen suelen ser así; o que los paisajes que dibujan están divididos en planos, uno encima de otro porque no hay un entendimiento completo de la perspectiva y que para ellos lo más chiquito es lo que está lejos y lo más grande está adelante, entonces tienes más elementos para hacer ilustraciones con las que ellos se sientan identificados.
Veo que genuinamente te apasiona trabajar con niños y que te interesa ver sus patrones de comportamiento y desarrollo para hacer un mejor trabajo para ellos y eso es muy lindo Ámbar.
Sí, me gusta mucho, ja, ja, ja.
Cuéntame, ¿Cuáles son tus referencias?
Las referencias que tengo más presentes, antes que cualquier ilustrador o animador, son las cosas que vi en mi infancia. Caricaturas, programaciones infantiles, incluso del mismo canal en el que ahora estoy trabajando.
Hay veces que sin querer estoy haciendo algo y digo “¡Ah, lo voy a hacer como esta caricatura!”.
¿Qué caricaturas son esas?
Las Chicas Superpoderosas es una de las caricaturas que más me han marcado. También Rugrats, el dúo Klasky Csupo, que es el matrimonio que hizo Rugrats y Los Thornberrys, me llegan a la mente y me llenan de información visual, colores, formas, etc.
Las formas de las caricaturas de Klasky Csupo, especialmente Los Thornberrys que tienen personajes muy extraños, pueden parecer feas para los adultos y como niño puedes apreciarlo. Por eso me gusta mucho el trabajo de ellos, porque siento que no subestiman a los niños y puedes ver esas caricaturas como adulto y te pueden seguir gustando porque nunca vieron a los niños como personas que solo quieren ver colores bonitos.
Hay personas que cuando entran a la facultad quieren entrar a trabajar en Cartoon Network, en Nick o en Once niñas y niños, que son lugares importantes para su infancia y en donde la ilustración y la animación adquieren un papel fundamental. ¿Qué consejo les darías a esas personas que quieren trabajar en estos lugares?
Mi consejo es trabajar muchísimo, tener muchos proyectos personales e ilustraciones que son para ti, además de generar un estilo propio que los identifique de otros ilustradores.
También es claro que estos lugares tienen que ver material tuyo que no solo se adapte al estilo que realizas, para que vean que eres multifacético, versátil y adaptable. Es bueno experimentar con técnicas, colores, para salir de tu zona de confort. Así pueden ver que dominas tu estilo, pero que también te adaptas a cualquier cosa.
De la misma manera, me parece importante que conozcan el perfil del canal, o la empresa para la que vas a trabajar porque hay personas que llegan sin referentes del tipo de programación, de las secciones, del tipo de cortinillas que se usan, de la unidad visual, etc. Si quieres trabajar en un lugar, tienes que conocerlo para que cuando estés ahí puedas desenvolverte mejor y aplicar tu estilo y tu esencia en los productos que están produciendo.
No siempre tienes la oportunidad de aplicar tu estilo o de tener libertad creativa. Y aunque se cree que en estos lugares es posible tener esa libertad, en muchos casos te tienes que adaptar y atener a ciertas normas. Porque al final es una marca.
En resumen, tienes que aprender a ceder a los patrones establecidos y poner tu esencia en ellos; y olvidar la parte técnica, es decir, aprender a trabajar rápido, a optimizar procesos, a buscar cursos, aprender más y más de un software porque siempre es importante optimizar el tiempo y hacerlo bien.
¿Hay algo con lo que te gustaría concluir esta entrevista Ámbar?
Hay una frase de Pablo Picasso que me gusta, que es “buscar no significa nada en la pintura, lo importante es encontrar”. Y a mi modo de ver, eso también aplica en la ilustración y todas estas variantes visuales y de diseño porque el objetivo es mostrar lo que encuentras, no lo que estás buscando y eso define tu trabajo y tu arte deben transmitir una realidad con la que los espectadores se identifiquen.
Hay que dejar inmerso al espectador en una realidad posible dentro de tu obra y hacer animaciones o ilustraciones que estén llenas de algo especial y que no solo son dibujos bonitos o recursos que puedes usar de wallpaper o bien, para imprimir o adornar; sino que también estén cargados de sentimiento, de concepto, de locura, de magia y de muchas cosas. Pienso que eso es de las cosas más ricas de la ilustración y del arte en general.
Plasmar en algo tan pequeño o tan simple, una realidad completamente diferente a la que estás viviendo ahora. Eso, es lo que a muchos nos gusta.
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