Encontrándose entre letras. Una entrevista a Rebeca Anaya.
Diseñadores del mes, Diseño | Entrevista por Marcos Palomeque · 11.02.2020
Coincidir con alguien es sencillo, lo hacemos a menudo y sin darnos cuenta, con un montón de personas. Sin embargo, lo que es realmente asombroso es llegar a conectar. Así nos sentimos cuando Rebeca Anaya, una talentosa letrista originaria de Torreón, Coahuila, nos abrió las puertas de su casa y de su estudio para hablar de lo que le apasiona.
Entre risas y lagunas mentales Rebeca nos contó cómo es que dio un “salto de fe” para convertirse en una artista de letras independiente. Anaya ha colaborado con The Washington Post, El Heraldo de México y una diversidad de revistas en las que ha podido imprimir su sello personal a través del lettering. Ella es Rebeca Anaya y es nuestra diseñadora de febrero.
Me gustaría saber tus antecedentes, ¿cómo terminaste dedicándote al lettering?
Bueno, soy diseñadora gráfica, pero creo que apenas, desde mitad del año pasado para acá, el 80% de mi trabajo es puro lettering. Incluso a mí se me hace muy raro, pero ya estoy más en eso que en el diseño.
Antes hacía mucho editorial y branding, pero ahora la gente me busca casi exclusivamente para letras.
¿Y estudiaste diseño o cómo fue tu formación?
Sí, estudié diseño gráfico en la UVM en Torreón, Coahuila.
Siempre me la pasaba dibujando, era de esas niñas a las que cuando le gustaba un niño, escribía: “Rebeca y Benjamín”, por ejemplo; y siempre estaba haciendo letras. Hace como diez años cuando estudiaba la carrera, no se oía tanto de letterring como ahora, entonces muchos compañeros de la carrera me decían: “es que dibujas muy padre letras, deberías de dedicarte a eso”, pero como que no había mucha difusión, no se veían tantas cosas en internet como ahora y fue hasta que se empezó a conocer el trabajo de Jessica Hische y Matteo Bologna que me di cuenta que si puedes dedicarte a dibujar letras como carrera, y empecé a entender lo que era el lettering.
En general, la materia de tipografía en mi carrera no fue muy interesante o enriquecedora, entonces cuando salí de la licenciatura busqué algunas opciones para aprender un poco más. Y en 2013 me fui a Type@Cooper[1] en Nueva York y ahí fue en donde tuve un acercamiento más grande al diseño tipográfico.
¿Y cómo haces para mantenerte fresca en tu trabajo?
Mucha gente dice que no te quedes solo con las redes sociales, y que es mejor buscar inspiración en otros lados, pero en el día a día lo que más me motiva y me pone de buenas es meterme a Instagram, ver que la gente está haciendo cosas tan bonitas y dices: “yo quiero hacer lo mismo”. Y como que te dan ganas de ir, agarrar un lápiz y un papel para dibujar.
A la mejor para trabajar un proyecto pues si te metes más a fondo a buscar inspiración en otros lados, pero como que así del diario soy muy fan de Instagram.
¿Cuáles son los aspectos más desafiantes de tu trabajo?
Siento que ahora que ya me estoy dedicando más a las letras, es precisamente eso; creo que estoy en un punto en el que ni soy diseñadora tipográfica, y ya tampoco soy diseñadora gráfica. Estoy como ahí en medio.
Fíjate, una vez contacté a un manager y le dije: “quiero ver que se puede hacer con mi trabajo”, y lo que me decía es: “es que yo no te puedo promover porque tu trabajo ni es lettering porque no haces ilustración, y tampoco eres diseñadora tipográfica.” Creo que ese es el punto en donde me encuentro ahora. O sea, lo que más me reta es que mi trabajo no está hecho como diseño tipográfico para una fuente, pero tampoco es lettering como ilustrativo. Lo que más me da lata ahorita es intentar posicionar mi trabajo en algún punto.
Me comentabas que últimamente te han buscado más por el lettering, pero… ¿Qué tipos de trabajo son los que más has hecho?
Bueno, es también algo raro.
El año pasado fue un año extraño porque me buscaban para algunas otras cosas de diseño y, tal vez está mal, pero lo hacía por el dinero. Eran proyectos como de “¡ya sácalos!”, pero lo que hice es que, aunque mi presupuesto no lo incluyera, empecé a meter piezas de lettering. Por ejemplo: Para una portada de revista o para artículos o para lo que fuera hacia algún lettering y la gente respondía bien. Entonces ese material lo empecé a subir a Instagram y lo metí en mi portafolio y ahora ya me están buscando para eso.
¿Y te gusta?
Sí, me gusta mucho más. Hacer editorial lo disfruto mucho, pero pues es mucho mejor hacer el editorial y aparte poder meter algo que quiero y eso también ya me abre puertas para lo que sigue.
¿Y qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Lo que más me gusta es dibujar letras, pero si me pone mucha más presión porque sé que mucha gente es muy talentosa en México. Últimamente tuve la suerte de conocer un poquito más a la comunidad de tipógrafos en México y siento más presión porque sé que mi trabajo tiene que estar a la altura.
El lettering es algo mucho más expresivo, pero siento que ya quiero empezar a llevar mi trabajo hacia el diseño tipográfico, tal vez aún estoy un poco lejos de hacer fuentes completas, pero si quiero que mi trabajo sea lo suficientemente profesional como para dar el paso de todo el lettering que anda por ahí que muchas veces no se toma en serio.
¿Tú todavía percibes que tu trabajo no es tan profesional?
No.
¿Por qué? ¿Qué le falta?
No sé (risas).
Siento que me falta experiencia, todo este trabajo que ha llegado ha sido reciente. Siempre he hecho lettering, llevo muchos años dibujando letras, pero no al nivel en el que me encuentro, entonces siento que me falta ojo.
Por ejemplo, conocí a muchas personas últimamente como a Romina Hernández, Mónica Munguía, Karla Pasten, mucha gente de México que hace tipografía y cuando les pido feedback me doy cuenta de que ellos tienen un ojo tipográfico muy desarrollado. Hay cosas que yo ni pienso, por ejemplo “te falta más distancia entre esta letra y la otra, este serif está así y así”, y son cosas muy minúsculas, a veces son solo tres pixeles pero hacen mucha diferencia y el ojo todavía no lo tengo tan desarrollado para hacer eso.
Ya veo, y hasta ahora, ¿Qué proyecto te ha causado más satisfacción?
No sé, es parte de mi crisis existencial (risas).
Pues es que mi trabajo empezó en Torreón y Benjamín (antes mi novio, ahora mi esposo) y yo teníamos un estudio, cuando estábamos allá, creo que el proyecto más chido que hicimos fue cuando trabajamos para Bellas Artes. Hacíamos como aplicaciones y material interactivo para ellos y eso me llena de mucho orgullo porque sentía que éramos el estudio más chiquito de Torreón y nos parecía algo muy grande trabajar con Bellas Artes. También haber tenido trabajo seleccionado para el Web Summit en Dublin, o el Destination Mexico by MoMa.
Recientemente, ya sola, hay varios proyectos a los que les tengo mucho cariño y me dan mucho orgullo, pero no como para decir que son los mejores. Hace poco trabajé con el Washington Post, fue algo pequeño, hace un año, pero ahora que lo veo en 2020 siento que pude haber dado más en la tipografía. Entonces me pasa así de que en su momento está chido y le echas ganas, pero luego pasa el tiempo y me dejan de gustar las cosas.
Tal vez esta pregunta es más personal, pero ¿No sientes que eres muy exigente contigo misma?
Sí, eso es lo que me dice Ben (mi esposo).
Por ejemplo, trabajo mucho con un chico que es consultor y él me ha hablado del impostor síndrome[2] y me dice: “es que tú tienes eso”, “tú estás llena de eso”. Tal vez es como una onda más personal, pero siento, que si no tienes un poco de duda, te estancas. O sea, dices: “yo ya la hice y ya estoy bien” pero para mí la onda es compararte siempre hacia arriba.
Creo que siempre va a haber personas un peldaño más debajo de uno, o muchísimos peldaños más arriba, y siempre pienso que hay trabajo con tanta calidad que tienes que hacer lo más que se pueda para llegar a ese nivel. Es como te digo, a la mejor son dos pixeles a la derecha o a la izquierda, pero hacen mucha diferencia
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere iniciarse en lettering?
Fíjate que algo que me aconsejaban mucho, y si siento que hizo mucha diferencia, es que antes estaba muy enfocada con un estilo. Paco Calles fue el primero que me dijo: “ya todos sabemos que sabes hacer script, pero haz otra cosa, rétate también a ti misma” y empecé con tipografías muy sencillas sans serif, pero como que me puso con la espinita de decir: “si es cierto, ¿Qué más puedes hacer?”.
Y ya tiene mucho rato que no hago scripts, y a veces siento, que los diseñadores sentimos que se nos queman las manos, como que ya queremos hacer algo y me pasa que ya quiero hacer scipts pero me digo: “no, espérate todavía” (se da un manotazo).
También tengo un proyecto alterno que se llama Typebasics y hace unos meses hice una mini entrevista con un chico que se llama Ales Santos de España y ese era el consejo que daba. O sea, si sales a la calle y ves un letrero o algo que te gusta cópialo, intenta estilos diferentes, y es cierto, porque a la mejor el mercado de las scripts o del tipo que te guste puede ser muy limitado y si te empiezas a abrir a otros estilos y a otras variantes también te acercas a otros proyectos.
¿Cómo te das tiempo entre tu trabajo regular y tu proyecto paralelo?
Pues empecé Typebasics como una cuenta de Instagram para dar clases mini de tipografía, o sea cosas muy básicas para la gente que no sabe de tipografía. Por ejemplo “¿Qué es una sans serif?”, empezó así y le fue bien. Lo hice después de que regresé de Type Cooper porque sentía que había muchas cosas que, primero se me iban olvidando, y segundo, hay muchos diseñadores que no están de lleno en la tipografía y desconocen, entonces pasa que a veces no tienen la manera de explicarle a un cliente sobre fuentes o sobre algún tema de tipografía.
Precisamente por el tiempo, no he podido continuar el proyecto como quisiera, pero de vez en cuando pongo cosas y entrevisto a personas bien interesantes. También se me hizo buena excusa porque tener un proyecto alterno me daba valor para acercarme a gente muy buena y profesional. Como que es diferente decirle: “hola soy Juan Pérez” a decirle “oye, tengo un blog de tipografía y va de esto…” y gracias a eso me contacté con muchas personas que admiro. Por ejemplo, le hice una entrevista a Matteo Bologna, a Veronica Grow, así, con gente chida y eso me servía porque a veces yo tenía una duda sobre algo específico y les preguntaba a ellos (risas).
¿Cuáles son tus referencias?
Pues me gusta mucho el trabajo de Ales Santos, me gusta mucho lo que hace Louise Fili, ella es mi heroína de la vida. Nick Misani también. Tengo por ahí un folder lleno de bookmarks con el trabajo de diseñadores.
Hay una chica que encontré en Instagram que se llama Tina Smith y cuando empecé a ver su trabajo dije: “no manches yo quiero hacer esto”.
¿Por qué haces lo que haces? ¿En dónde encuentras satisfacción en tu trabajo?
Siempre lo hice, desde la prepa recuerdo que hubo un concurso de poesía y no sabían que poner de fondo, como yo siempre estaba rayando y dibujando pues me invitaron a hacer una lona, y ahora que veo fotos está muy mal hecha obviamente, pero siempre me ha gustado hacer letras.
También quería estudiar historia o artes visuales, yo quería pintar, pero mi papá también me decía: “¿De qué vas a trabajar?” y ya fue el diseño lo que más se acercaba y que mezclaba un poquito la parte del negocio con la experimentación visual y el arte.
¿Qué libros de lettering nos recomiendas?
Mira, estos me gustan mucho:
In Progress: See Inside a Lettering Artist’s Sketchbook and Process, from Pencil to Vector de Jessica Hische lo compré hace mucho y me gusta, porque incluso, solo viendo los dibujitos aprendes mucho. Hay un apartado en el que la autora te enseña a posicionar los nodos de las letras y con ver el dibujo y leer el pie de foto aprendí. Éste está muy chido, viene desde el bocetaje hasta como poner los vectores para el lettering.
Letterforms de Timothy Samara lo empecé a leer porque me ayudaba mucho a sacar temas y preguntas para Typebasics y trae toda la historia de la tipografía, desde por qué el lenguaje es como es, ¿por qué una “a” tiene esa forma?, entre otras preguntas que van más allá de la estructura o el diseño de la tipografía. Está bueno porque cuando empiezas a entender de dónde vienen las formas de las letras también entiendes porque las tienes que hacer cuando las diseñas.
The Universal Penman de George Bickham me gustó mucho porque cuando veo este tipo de cosas, me ayuda a sacar florituras y muchas cosas que me inspiran. Me lo recomendó una chica que se llama Aspacia Kusulas, ella está en Instagram y hace mucha caligrafía.
Y Typology: Type Design from the Victorian Era to the Digital Age.
¿Qué es lo último que te sorprendió? lo último que te hizo decir ¡guau!
¡No manches! (risas).
Está bien raro, estoy leyendo un libro que se llama The Judgement of Paris de Ross King en donde relatan lo que pasó en París en la década de 1860’s y como todo lo que fue pasando dio inicio al impresionismo, pero justo ayer estaba leyendo una parte de cuando mataron a Maximiliano en Querétaro y tiene un chorro que ver con lo que pasaba en París en el arte (risas).
¿Ves que se fundó el Salón de los Rechazados en 1863 para exponer las obras rechazadas por el Jurado del Salón de París? Pues en parte, no digo que ésta fue la razón principal, pero en parte, se fundó, porque cuando se perdió la batalla de Puebla en 1862, Napoleón no quería que decayeran los ánimos de su patria y para que no se dieran cuenta les dejó hacer su salón.
En el libro también hablan como cuando iban a matar a Maximiliano, la reina Victoria de Inglaterra, el zar Alejandro II de Rusia le escribieron a Benito Juárez pidiéndole piedad para Maximiliano y cosas así y yo me quedé así de: “¿Qué tiene que ver Benito Juárez con todo esto?” (risas).
Se me hace bien interesante saber de dónde sacan esos datos.
¿Y en diseño que fue lo último que te sorprendió?
En tipografía lo último que me sorprendió muy cabrón estuvo en Letrastíca, un festival de tipografía; y Frida Medrano dio una plática donde habló de las identidades gráficas automatizadas que está haciendo con Python y Drawbot. Ella se encuentra generando códigos o scripts para hacer más eficientes sus procesos en branding y aparte está diseñando fuentes variables. Y eso es muy impresionante.
¿Cómo definirías tu trabajo para alguien que nunca lo ha visto?
No sé ni cómo definirlo para mí misma y yo soy la que lo hace (risas).
Pues siento que es, a lo mejor muy limpio, no sé si minimalista, pero si siento que es limpio. Hace un tiempo estuve aprendiendo hacer 3d, pero como que no me gusta mucho llenar las cosas de efectos, porque pienso: “¿Para qué dibujas letras interesantes si lo vas a tapar con 40 capas y degradados y sombras?”, entonces siento que mi trabajo es muy limpio.
Creo que una manera sería decirles a las personas que dibujo letras custom[3] para satisfacer necesidades, muchas veces de proyectos de branding. A veces, las personas no pueden o no saben cómo comprar la mejor licencia para una fuente y usarla en un logotipo, entonces es más fácil desarrollar un logotipo o una wordmark custom con lettering y hasta hacerlo mucho más cercano a los valores que ellos puedan tener como marca.
Más allá de lo comercial ¿Ves alguna importancia en el trabajo que realizas?
Pues no es algo que a lo mejor aplica en mi trabajo, pero sí creo que algo que está muy chido en lo que hace un tipógrafo es que estás haciendo algo que perdura. A lo mejor hay tipógrafos de hace muchos años que ya no están, pero que su trabajo sigue y se sigue usando en la actualidad.
El alfabeto que utilizamos ya tiene letras definidas, números y signos establecidos. No es como que hagamos un lettering ahora y en cinco años su significado cambia. Tal vez si haces algo muy tendencioso eso ya no sea tan vigente en unos años, pero hay tipografías que tienen muchísimos años y se siguen usando hoy en día. La trascendencia de la tipografía en el tiempo, eso se me hace muy interesante. Y es algo en lo que ni pensamos. Hay gente que lee el periódico todos los días, pero no saben quién hizo la fuente que está en su periódico, o ni se imagina que hay personas diseñando letras.
¿Hay algo que te gustaría compartirles a nuestros lectores? A las personas que ven tu trabajo o a las personas que lo van a conocer por primera vez.
Siento que el lettering es algo que puede aportar mucho valor a las marcas, a publicaciones y es algo muy chido en lo que vale la pena invertir.
También me gustaría decir que el lettering es un proceso muy grande. Antes, cuando me pedían propuestas yo mandaba los mockup[4] y los clientes creían que era fácil cambiar la fuente que ya había diseñado y es un proceso muy largo el que existe detrás de eso.
Hace poco subí a mi Instagram un proyecto que realicé para una marca de lencería, y el encargo era hacer algo en la foto de una modelo. Yo me tardé mucho tiempo para encontrar un ángulo, para que la letra estuviera sobre la modelo pero que no tapara su cara o las partes del cuerpo en donde sale la ropa y eso conlleva muchas cosas.
En ese proyecto hay una floritura en una de las últimas letras y se le enrolla en el pie, y como era para promocionar lencería queríamos detallitos muy coquetos, muy sexys, pero hay que cuidar todo. O incluso, antes del diseño, escoger la palabra correcta, que no sea ni muy larga ni muy corta o que tenga descendentes o ascendentes para tener buen material con que jugar. Hacer que queden bien en la fotografía implica un trabajo que no siempre se considera.
[1] Type@Cooper es un estudio integral conformado por profesionales de la industria de la tipografía que ofrece un Certificado de Postgrado en Diseño de Tipografía enfocado en los principios clave del diseño de tipografía, tales como: técnica, tecnología, estética, expresión, historia y teoría. Los estudiantes exploran la base de la tipografía en profundidad creando sus propios tipos de letra en clases prácticas, mientras desarrollan una amplia comprensión del campo a través de conferencias, debates e investigaciones.
[2] El del impostor síndrome o síndrome del impostor es un fenómeno psicológico en el que la gente es incapaz de internalizar sus logros y sufre un miedo persistente de ser descubierto como un fraude.
[3] Por encargo o a la medida.
[4] Es un modelo a escala, tamaño real o digital de un diseño o un dispositivo, utilizado para la demostración, evaluación del diseño, promoción y para otros fines.
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