Tipas, tipos y tipografía: Una entrevista a Tipastype
Diseño | Entrevista por Marcos Palomeque y Zulay Crestani · 20.03.2019
Hay una sensación cálida que queda flotando luego de platicar con alguien que ama lo que hace. Conversar con Mónica, Dafne y Sandra, integrantes de Tipastype, nos dejó impregnados de esa energía por mucho tiempo.
Además de contagiarnos su pasión por la tipografía, ellas nos fueron narrando el caleidoscopio de conocimientos y experiencias que han coleccionado a lo largo de su trayectoria como creadoras de letra, durante toda nuestra charla siempre fue claro que lo que ellas saben y nos comparten no se puede contener en una plática de un par de horas.
1. ¿Cómo terminaron dedicándose a la tipografía?
Dafne: Estudié diseño gráfico. Al inicio de la carrera quería ser fotógrafa, pero en el camino me enamoré del diseño editorial así que me especialicé en esa área.
Como diseñadora editorial la tipografía siempre fue una herramienta clave con la que tenía que trabajar, y aunque en el plan de estudios de mi carrera había una materia dedicada a la tipografía ésta no se estudiaba con profundidad. Así que por mi cuenta comencé a investigar más sobre el diseño, construcción y uso de la letra. Me gustó tanto que decidí estudiar una maestría en diseño tipográfico, y al cursarla terminé dándome cuenta de que todavía había muchas cosas por conocer en ese ámbito.
Mónica: Yo también soy diseñadora gráfica y decidí especializarme en esta área porque me fascina lo mucho que se puede transmitir a través de la letra. La letra es una herramienta muy potente que puede comunicar, a través de su anatomía: sentimientos, ideas, conceptos, emociones, entre otras cosas. Por otra parte, siempre me ha gustado la ilustración, y especializarme en la creación tipográfica me ofrece combinar ambos intereses.
Como Dafne, estudié la maestría en diseño tipográfico en el Centro de Estudios Gestalt, y al investigar y ver el trabajo de mis compañeros y profesores, me di cuenta de que este era el campo en el que me quería desarrollar profesionalmente.
Sandra: Pues yo comencé siendo dibujante de arquitectura y mientras hacía las prácticas me di cuenta de que en realidad quería ser diseñadora gráfica (risas). Así que dejé la arquitectura para dedicarme al diseño gráfico.
Desde que era estudiante estuve en contacto con la tipografía. Al terminar mis estudios comencé a dar clases y en un momento dado me ofrecieron impartir la asignatura de diseño tipográfico. Accedí pese a que no había dado clases en esa área, y por lo mismo me dediqué a investigar y a recopilar información sobre la materia. Todo ese proceso contribuyó a que el diseño tipográfico me gustara aún más que antes.
Llegó un momento en el que yo ya no solo quería dar clases: quería comenzar a hacer letra. Entonces vine a México a estudiar la maestría en diseño tipográfico. Luego conocí a Dafne y a Mónica en Tipografilia 2014; platicamos, notamos que coincidíamos en muchas cosas, y decidimos crear algo juntas. Nos tomó un par de años decidirlo definitivamente, pero finalmente lo acordamos a finales de 2016.
Tipastype continuó tomando forma a lo largo del 2017 y finalmente tuvo su presentación oficial en Letrástica del mismo año, donde nos dieron un espacio para mostrarnos como la primera fundidora en Latinoamérica hecha por mujeres.
2. ¿Cómo definirían el quehacer de TipasType?
Sandra: Una de nuestras principales labores es hacer difusión en torno al uso de la tipografía, ya que existe mucho desconocimiento – incluso entre los mismos diseñadores- sobre todas las posibilidades que ofrece la tipografía: plásticas, expresivas, técnicas, tecnológicas.
En Tipastype entendemos a la letra como un símbolo grafico que está cargado de muchas connotaciones, y la correspondencia que existe entre la construcción de sus formas y adjetivos como fuerza, elegancia, ligereza, entre otros, también le otorgan una personalidad a la letra.
Dafne: Nos parece que el trabajo de difusión en torno a la tipografía es indispensable porque los estudiantes que egresan de las carreras de diseño no saben cómo explotar las posibilidades que la tipografía les ofrece.
Hay, por ejemplo, tipografías que tienen gráficas incluidas. Y tengo muchos amigos diseñadores que han perdido sus tardes diseñando gráficas para un proyecto, cuando una tipografía les pudo haber resuelto ese trabajo en muy poco tiempo.
Mónica: También me parece importante mencionar que nos vemos como un despacho que usa tipografía, que hace tipografía y que propone tipografía. Finalmente usamos la tipografía haciendo gráfica, haciendo proyectos de diseño editorial, y desarrollando también nuestras propias fuentes.
3. ¿Cómo está estructurado su equipo: delegan funciones específicas, o se adaptan a las necesidades de cada proyecto?
Sandra: Cada una dentro del equipo tiene una capacidad que no tiene la otra y que nos complementa. Dafne es muy organizada y ella es la que delega las tareas. Yo me encargo de la comunicación externa y trato de que exista una coherencia en el tono de voz del despacho.
Mónica: Siempre hay mucha retroalimentación entre nosotras, sobre todo cuando hay revisiones. En esos momentos siempre vemos algo distinto y eso hace que nuestro trabajo sea más acertado.
Dafne: Sandra siempre está muy pendiente de las redes sociales del despacho: entendemos que la voz de Tipastype sí es Sandra, sí es Mónica y sí es Dafne, pero al mismo tiempo es un organismo independiente que tiene una personalidad propia.
Por otro lado, creo que Mónica es la “bomba creativa” de las tres (risas de todas las integrantes). Ella siempre ve las cosas desde un punto de vista inusual y eso me parece muy bueno porque enriquece nuestro trabajo.
4. ¿Cuál suele ser su proceso creativo y metodológico para abordar un proyecto de diseño tipográfico?
Sandra: Nuestras etapas fundamentales para trabajar son: investigación, bocetaje, aprobación de boceto. El cliente debe autorizar la idea basándose en el boceto; es muy importante que lo haga así, y no basándose en el trabajo final. Esto aplica independientemente de si hablamos de un proyecto de tipografía, de branding o de diseño editorial. Si trabajamos sobre el producto final y el cliente no está de acuerdo con lo que ofrecemos, seguro va a rechazar el proyecto sin darnos feedback. Y el punto es que el cliente tiene que darnos retroalimentación para no trabajar en vano.
Dafne: Recuerdo que en mis primeras clases de diseño me obligaban a justificar mis proyectos, y no entendí la importancia de eso hasta que me enfrenté a un cliente real. Ahora sé que el trabajo de justificación representa para el cliente el 50% del proyecto; es importante que sepan lo que estoy haciendo y por qué lo estoy haciendo.
Todo proyecto es flexible a cambios, ya sea por gustos particulares del cliente o por necesidades que no se contemplaron inicialmente; pero si el cliente sabe que puede confiar en lo que estoy haciendo porque lo sé justificar, sé que no me va a “rebotar el trabajo”. Ser conscientes de eso nos ha ahorrado muchas horas de trabajo.
Mónica: Hablando del proceso creativo, me parece que es muy importante tener en mente la necesidad que busca atender cada proyecto.
En un proyecto tipográfico, si tienes clara información como el estilo, el peso, el número de caracteres por diseñar o el soporte en el que se va a implementar la tipografía, ya tienes herramientas para saber cómo resolver el proyecto.
No creo que la inspiración llegue sin avisar. Si como tipógrafa sabes que cuando incrementas la “altura x” tu fuente funciona para bloques de texto, o que el público al que se dirige tu proyecto es infantil, entonces te puedes dar ciertas libertades creativas: hacer las letras más dinámicas, tal vez agregar color, etcétera.
[1] En tipografía, la “altura de la x” se refiere a la altura de las letras en minúscula. Se mide desde la línea base sin considerar descendentes hasta el punto más alto de las letras sin ascendentes.
5. ¿Nos podrían comentar como ha sido el proceso de investigación en proyectos que han tenido?
Dafne: En el caso de Xantolo, nuestro primer proyecto tipográfico, tuvimos que revisar muchas referencias y antecedentes, pero también tuvimos que sentarnos a leer sobre legibilidad para libros de texto infantiles e incluso revisar algunos estudios sobre la velocidad de lectura promedio en los niños.
Mónica: También realizamos dos fuentes custom[1] que se basan en caligrafía gótica y copperplate[2]. Y para ello teníamos que conocer el instrumento y las características de los trazos que deja ese instrumento, es decir, cómo son los ángulos que hace la plumilla, cómo son los trazos gruesos, cómo es la mancha de tinta que se impregna en el papel, etcétera. Y todo ese trabajo implica un conocimiento que tienes que estar dispuesta a buscar.
Sandra: Intentar entender cuáles han sido los procesos evolutivos de las formas tipográficas, desde la creación de la imprenta de Gutenberg hasta nuestros días, implica un compromiso de investigación bastante fuerte.
Después, entender la incidencia de la caligrafía en las formas tipográficas, que es de lo que hablaba Mónica, exige un trabajo de comprensión que de una investigación o una práctica previa en la caligrafía.
Hay que tener en cuenta los avances tecnológicos contemporáneos, que tienen una relación estrecha con la producción de tipografías actuales. Hoy en día hay proyectos que implementan programación en el área de tipografía, o que desarrollan archivos tipográficos que pueden contener numerosas características tipográficas sin tener que administrar diferentes archivos (fuentes variables). En fin, las mismas innovaciones te hacen darte cuenta de que uno nunca termina de aprender ni de investigar.
[1] Personalizadas.
[2] Copperplate es un estilo de escritura caligráfica comúnmente asociado con la caligrafía que se originó en Inglaterra en la década de 1660. Caracterizada por una mano abierta (estilo) y un sutil contraste de trazos gruesos y finos derivados de puntas metálicas puntiagudas.
6. ¿Qué desafíos particulares enfrenta una diseñadora tipográfica, que no enfrenta un diseñador tipográfico?
Dafne: Me parece que no existen diferencias entre el quehacer de una tipógrafa y un tipógrafo. Creo que ambos proponen, resuelven, investigan y siguen el mismo camino.
Mónica: Pienso que el propio perfil de tipógrafo o tipógrafa es egocentrista y reservado. También he notado que a las mujeres les cuesta más trabajo integrarse al gremio, porque a algunos tipógrafos les incomoda ver la especialización de las mujeres en este campo.
Dafne: En general el gremio en la tipografía me parece un poco hostil. Independientemente de si eres hombre o mujer.
Sandra: Lo que es un hecho es que existe un sesgo de género. Hemos notado que el apoyo que puede recibir un hombre por un proyecto, no es el mismo que el que puede recibir una mujer.
Hemos hecho varios proyectos que no reciben la misma difusión que trabajos de naturaleza similar hechos por nuestros pares hombres. Ante esto, Tipastype funge como una bandera que nos reconoce como tipógrafas con trabajo, talento y compromiso.
Dafne: Algo que hacemos en Tipastype con ese mismo sentido es difundir el trabajo de colegas tipógrafas. Periódicamente posteamos en Instagram en una sección llamada la Typa de la semana. Este ejercicio surgió como una práctica de reflexión entre nosotras, en la que nos deteníamos a buscar trabajo tipográfico de mujeres mexicanas y latinoamericanas de las que no se hablaba mucho.
Después de un tiempo nuestros lectores se empezaron a entusiasmar y nos recomendaron a tipógrafas nuevas. Gracias a ese ejercicio nos hemos dado cuenta de que a las mujeres en este gremio se les suele invisibilizar utilizando excusas como que “su trabajo no es diseño de calidad”, o que “no tienen nada qué decir”. Con el tiempo fuimos estimando mejor las dimensiones del problema, que abarcan incluso casos de acosadores dentro del gremio.
Mónica: Considero que una limitante característica de nuestro gremio es que producimos mucho, pero se le da difusión a muy poco. Y de nuevo, la brecha de género influye en eso.
Nos han escrito muy pocos tipógrafos para darnos consejos o feedback, pero nos ha escrito mucha gente del mismo gremio para juzgar nuestro trabajo, o para decir cosas como “calladita te ves más bonita”. Hacer tipografía es un proceso largo y complejo; y es verdad que no siempre puedes dar las mejores soluciones, pero en lugar de atacar, es mucho más rico apoyar, sugerir y proponer.
Sandra: En Letrástica de 2017 conocimos Alphabettes: una red que busca apoyar y promover el trabajo de todas las mujeres en los campos de la tipografía alrededor del mundo. Ellas también externalizan este tipo de inconvenientes que no solo pasan en México.
También cuentan con un programa de mentoras que apoyan a mujeres, sobre todo estudiantes y recién egresadas, a sumergirse en la industria. Quien requiera orientación profesional solo tiene que llenar un formulario; la organización la pondrá en contacto con una mentora del país correspondiente que pueda guiarle correctamente.
7. ¿Hay algún reto actual en específico que el diseño tipográfico deba enfrentar?
Dafne: En México, el solo seguir produciendo y publicando ya es un reto. Seguir haciendo fuentes tipográficas que no se queden guardadas, que se puedan vender y que lleguen a su destino es un obstáculo que hay que superar. Además de eso, creo que hay un retraso tecnológico que debemos salvar.
Sandra: Exacto: en Latinoamérica no producimos tecnología como en Europa o Estados Unidos.
La tecnología detrás de proyectos como “fuentes variables” ha sido desarrollada desde hace años por Microsoft, Google, Apple y Adobe, en un esfuerzo de colaboración en el que también han participado expertos de fundiciones de fuentes y desarrolladores de herramientas de fuentes. Éstas son propuestas que no se consideran en México o en Latinoamérica porque nos limitamos a consumir el software que otros hacen.
No me parece que exista una comunidad en México y Latinoamérica que esté trabajando a favor de tecnologías de la tipografía o del desarrollo tipográfico, y si no hay un equipo interdisciplinario dedicado a eso, si la misma academia no genera investigación y sigue dando clases de información estéril y obsoleta, estamos perdidos.
Tipastype ha tenido la fortuna de contar con mucha gente que nos ha apoyado, y con profesionales comprometidos que nos han compartido su conocimiento para seguir creciendo. Pero la realidad es que esto no pasa: los tipógrafos no solemos trabajar en equipo.
8. ¿A qué tipógrafas y tipógrafos admiran?
Nos encanta el trabajo de Francisco Gálvez y admiramos mucho a Laura Meseguer y a Joana Correia. También nos gusta mucho la obra de Typotheque, el trabajo de Carol Twombly y de Adrian Frutiger nos parece extraordinario. El trabajo de Gudrun Zapf von Hesse es muy bueno, ella es una gran tipógrafa, calígrafa y encuadernadora alemana.
En México se hace un gran trabajo de calidad por personas como Gen Ramirez y José Manuel López Rocha, entre muchos otros colegas, amigos y profesionales de Ciudad de México, Monterrey, Puebla y personas que viven fuera del país.
Conclusión:
Finalmente, podemos decir que el proyecto de Tipastype está basado en una premisa de colaboración y apoyo. Y justo ese es uno de los aspectos más interesantes del despacho: la agudeza de hacerse fuertes de manera mutua, para echar raíz en un campo tan demandante como el tipográfico; y el esfuerzo de compartir lo aprendido con los demás.
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