EXPOSICIÓN DE CARTELES V COLOQUIO DE DISEÑO SUSTENTABLE E INNOVACIÓN
Diseño | Reseña por Christian Chávez López y Lupita Guillén Mandujano · 07.09.2022
El presente texto forma parte de la colaboración entre el V Coloquio de Diseño Sustentable y Farolito. Dicha colaboración pretende difundir el conocimiento que se generó a lo largo de los cuatro días de ponencias en el evento, para así contribuir a la filosofía de acceso abierto, inmediato, sin requerimientos de registro, suscripción o pago a material digital educativo, académico, científico o de cualquier otro tipo.
Como parte de las actividades del V Coloquio de Diseño Sustentable e Innovación Social 2022, se convocó a participar con el diseño de un cartel con enfoque social o ecológico, en torno a los ejes temáticos del evento. La respuesta a esta invitación se dió por parte de los estudiantes de las licenciaturas de Diseño y Comunicación Visual de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM y de Diseño de la Comunicación Gráfica de la UAM-Xochimilco.
FAD-UNAM
Las propuestas de la FAD-UNAM han sido elaboradas por estudiantes de segundo semestre de la asignatura “Producción e interpretación de textos” de la Licenciatura en Diseño y Comunicación Visual, donde tuvieron como tema principal: “Mujeres en acción por la sustentabilidad y la diversidad”, el cual permitió desarrollar diferentes discursos visuales, reflexiones y posibilidades de diseño con relación a conceptos como: mujeres, naturaleza, medio ambiente, ecología, perservación del planeta y los recursos naturales, cambio climático, sustentabilidad, ecofeminismo, Madre Tierra, Madre Naturaleza, mujeres índigenas como defensoras de la tierra y la no violencia contra las mujeres y la tierra. Para la elaboración de los carteles se aplicó una metodología activa centrada el aprendizajey experiencia de los estudiantes, fundamentada en una comunicación fluida, dinámica y sincrónica durante en todo el proceso de diseño mediante el uso de recursos digitales y herramientas creativas: investigación del problema, diagrama de Ishikawa para organizar los conceptos claves, lluvia de ideas, cuadro de pertinencias, bocetaje, composición y edición gráfica, pruebas de color, análisis semiótico y retroalimentación constante para el desarrollo del proyecto final. Por lo que aquí se presenta una muestra total de 13 carteles que fueron realizados por 29 estudiantes, quienes a través de sus propuestas buscaron generar un impacto visual con un sentido ético, de responsabilidad y de conciencia social.
ÚNETE MUJER
Este cartel nos habla sobre el papel de la mujer contra el cambio climático, y a su vez, cómo el cambio radica en la unión de más mujeres al movimiento de lucha. En la actualidad existe una diversidad de mujeres activistas que trabajan de los efectos del cambio climático alrededor del mundo como: Margoth Escobar, líder indígena quien fue víctima de violencia policiaca en 2015, Patricia Gualinga, líder del pueblo indígena Kichwa, o Greta Thunberg, joven Embajadora de Conciencia. Todas ellas se han convertido en símbolos de lucha y resistencia, ya que defienden valores como solidaridad, responsabilidad, empatía, cooperación y compromiso con el medio ambiente. En este contexto, el presente cartel surge de la necesidad de hacer un llamado a la acción social y de concientizar sobre la importancia de la lucha contra el cambio climático a nivel mundial.
Los rostros de la Tierra
El cartel tiene como propósito representar las cabezas del movimiento ecofeminista en todo el mundo, desde las décadas de 1980, Mellor (1997) menciona en su libro De la introducción de Feminismo y Ecología: Ingrid Newkirk, Miriam Miranda, Jane Goodall, Berta Cáceres, Vandana Shiva, Lois Gibbs, Anita Roddick y Ruth Buendía. El ecofeminismo es un movimiento que ve una conexión entre la explotación y la degradación de la naturaleza y la opresión de las mujeres, de igual forma une elementos del feminismo y del ecologismo, resultando en un desafío para ambos. Este cartel plantea el ecofeminismo como un tema presente y busca demostrar que las ideologías alrededor de este concepto necesitan un cambio de raíz con la finalidad de visibilizar el papel de las mujeres como ambientalistas, incluyendo la diversidad de razas y etnias pertenecientes a este movimiento. En la imagen se unifican los colores representativos del ecofeminismo: el verde significa la reivindicación de los derechos sexuales o reproductivos y el morado para representar repudio a cualquier tipo de violencia ejercida contra las mujeres en su lucha por el planeta tierra.
Coexistir
Vivimos al mismo tiempo que la naturaleza donde convergemos los seres vivos. El título Coexistir, comprende como principal finalidad mostrar la estrecha relación que guardamos los seres humanos con la naturaleza y propone una visión crítica ante la narrativa androcentrista que presenta la sociedad contemporánea. De igual manera, el objetivo de comunicación es generar una referencia visual bajo un sentido etológico, biológico y evolutivo, que demuestra el parentesco con los primates, con quienes solamente nos diferencia menos de 10% de diferencia en nuestro código de ADN. El estilo es botánico y naturalista. Además, se visibiliza a la mujer en la ciencia, por lo cual se elige a la primatóloga Jane Goodall, que durante su investigación genera una reflexión del ser humano como ser natural en el planeta, más no como su propietario. Comparte la idea del humano y el animal como uno mismo dentro del entorno que compartimos, busca poner en consideración las acciones del propio ser humano en el ambiente, poniendo en retrospectiva nuestro paso por la tierra, siendo así que la empatía, respeto reconocimiento y responsabilidad son los valores que predominan en la expresión de coexistir.
Respaldo de mi Tierra
El cartel busca representar el arduo trabajo que hacen las mujeres indígenas al cuidar y preservar la Tierra y el medio ambiente. Aunque su esfuerzo no es reconocido ni valorado e incluso suelen recibir actos de discriminación, su gran labor requiere de participación y empoderamiento para defender o resguardar la tierra. La leyenda “Resistimos” viene de resistir que se define como sufrir un padecimiento físico o moral hacia una persona, sin que esta se deje vencer; por lo que se puede observar el rostro de una mujer con expresión seria y un poco fatigada, pero a su vez con firmeza y fortaleza. El contorno del planeta tierra simboliza el peso del trabajo que llevan las mujeres indígenas que protegen sus tierras, el cual está sujetado por la canasta y un rebozo que también hacen alusión a la palabra embozar que significa cubrir o cuidar. Por lo que este cartel pretende mostrar la lucha constante de las mujeres indígenas que resisten, participan y se hacen escuchar sin dejarse derrotar, al igual que la resistencia de la tierra ante todos los cambios que ha sufrido debido a su constante deterioro causado por los mismos seres humanos.
La feminidad de la naturaleza
Este cartel presenta la estrecha relación que tiene la Feminidad y la Naturaleza bajo un contexto en Latinoamérica. “La noción de tierra y territorio que tienen las mujeres indígenas no está disociado de su cuerpo. Para ellas es una extensión de éste” (Francisca Stuardo, de Global Witness). Por lo que buscamos comunicar la conexión de la tierra con la protección desde la feminidad y el dolor o angustia de una forma metafórica. Las dos franjas en la parte superior e inferior, así como la tipografía representan un tejido andino. Los colores vienen de la bandera Wiphala, símbolo de los pueblos indígenas del Tahuantinsuyo, que abarca la zona de Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, y que se relaciona con los 7 colores del arcoíris. El sol tiene una conexión en la cultura andina con la agricultura y la fertilidad. Las dos mujeres de frente con posición firme y tensa de sus brazos, representan el pilar de fuerza y protección hacia el planeta tierra, además simbolizan los dos valores fundamentales de las etnias andinas: el Pachakama, un principio de orden Universal, y la Pachamama, que se refiere a la Madre Tierra, al cosmos.
La deforestación no tiene lugar
Este cartel busca una reflexión y valoración sobre las problemáticas del ecofeminismo y el Tren Maya. En los temas seleccionados abordamos varias cuestiones a tratar como los feminicidios, el empoderamiento, la deforestación, el modelo ecocida, patriarcal y capitalista. México se encuentra al menos dentro del Top 10 en los países con mayor deforestación del mundo según espacios como el GreenPeace. Por su parte, las mujeres han aumentado el número de denuncias por violencia de género en un 20% (Galván, 2021). En el cartel se aprecia a una mujer fuerte con una larga cabellera castaña que ondea de manera expedita, representando su facultad y derecho de elegir libremente su forma de actuar. La mujer viste una camiseta sin mangas con el fin de acentuar la fuerza de la mujer al mostrar sus brazos. Sus botas de trabajo hacen referencia a un leñador como primer plano; por la posición de la pisada transmite estabilidad y las determinaciones de la mujer. Sostiene el símbolo venus del movimiento feminista que se utiliza para representar fortaleza y valor. Este símbolo es lo que golpea al tronco del gran hacha como señal de derribamiento de esta herramienta con el que se talan los árboles. En el fondo, la presencia de la naturaleza se usa para poner en contexto la escena de la selva, dándole sentido a la frase “la deforestación no tiene lugar”, refiriéndonos a que no se admite lugar para esto en la naturaleza.
Reconquistar lo que se ve perdido
El ecofeminismo nace de la mezcla entre el feminismo y la ecología. Existen mujeres activistas que luchan por un cambio a favor de la naturaleza o protestan por los siniestros ambientales, que muchas veces se vinculan con desapariciones o asesinatos de mujeres. Uno de los casos más recientes es la desaparición de la activista ecofeminista Irma Galindo Barrios, defensora mixteca de los bosques mexicanos, quien tras denunciar la tala ilegal en su comunidad, se encuentra ausente desde octubre de 2021. Mediante este cartel se intenta dar un mensaje de reflexión y paz desde la figura Irma Galindo colocada en el centro rodeada de flores, donde a través de su megáfono defiende valores como la solidaridad y la empatía en la perseverancia en su labor de defensa de los bosques, alzando la voz para aferrarse a sus raíces y “reconquistar lo que se cree perdido”, frase que hace referencia también a su fuerza y vigor.
Mujeres por la conservación del medio ambiente
En la antigüedad, la menstruación era vista como tema tabú, y por ende, no existía mucha información sobre productos de higiene femenina. Sin embargo, actualmente el uso de estos productos ha provocado una gran cantidad de desechos tóxicos que se desprenden cada día, por lo que se vuelve necesario optar por otras opciones más eco-amigables como la copa menstrual. Por esta razón el cartel tiene como objetivo contribuir a una conciencia ambiental sobre la menstruación, con la idea de unir dos conceptos: la copa menstrual y el reloj de arena. Esta unión busca representar la conexión entre los símbolos menstruación, feminidad y ecología; a su vez simboliza el tiempo en un contexto donde el mundo que conocemos está cambiando y donde nuestras acciones impactan gravemente en la contaminación. Como mujeres tenemos la oportunidad y responsabilidad de cambiar o renovarnos en beneficio del medio ambiente.
La Madre Naturaleza también es feminista
Hoy en día, la vida de las mujeres es cada vez más vulnerable y pone en riesgo su integridad, sin embargo, la defensa y lucha por sus derechos les da empoderamiento y el valor que necesitan para ser escuchadas. El arte y los movimientos sociales han ido de la mano en la historia para difundir conciencia sobre las problemáticas a su alrededor. Las “pintas” son un recurso de protesta que interviene en el espacio público y causa controversia por dañar la arquitectura o los monumentos históricos en las manifestaciones feministas, son también un medio de expresión que permite que las mujeres sean visibilizadas; y además pueden funcionar como lienzos para crear murales donde se expresan libremente por sus derechos. Es por eso que este cartel intenta representar el riesgo que implica ser mujer y ambientalista en México, siendo expresada en un mural donde una mujer porta de un pañuelo (haciendo alusión a las feministas del bloque negro durante las marchas) para transmitir el mensaje de lucha por la defensa del medio ambiente, donde se plasma la necesidad por ser escuchadas y hacer visible la situación actual que enfrenta nuestra Madre Tierra.
Mujeres, Tierra y violencia
Este cartel busca iniciar un diálogo acerca de los temas de la violencia de género y la violencia que se ejerce contra la naturaleza, de igual manera incita a la reflexión sobre las repercusiones que conlleva el sistema patriarcal que va de la mano con el capitalismo y el machismo, causantes directos de la destrucción del ambiente y la contaminación acelerada. Las actividades extractivas de deforestación son principalmente realizadas por la fuerza masculina, perpetuando así una (re)patriarcalización no sólo del territorio, sino de los diferentes espacios como el social, corporal, biofísico o geográfico. En el cartel se pretende mostrar a la mujer como aliada y protectora de la Tierra, ya que ambos son víctimas de violencia. Como elementos de apoyo visual, en el fondo se puede contemplar la ley Gestalt de simetría en la forma de un pino en tono rojizo que representa la agresividad. Este árbol, a su vez, está formado por las siluetas de un tipo de calzado masculino y por el contorno de la figura de las hachas como herramienta de peligro. Se utiliza el color negro para simbolizar la opresión, frialdad, amenaza. La frase “¡Ya basta de dañarnos!” refuerza la idea de detener la violencia contra las mujeres y la naturaleza.
Ni la Tierra ni las mujeres somos territorio de conquista
El tema de este cartel es el ecofeminismo, el cual se trata de una ideología encabezada por las mujeres con el propósito de conservar y proteger el medio ambiente. Las feministas han encontrado en esta problemática un sentido de identificación y la han conceptualizado, señalando una cercanía entre mujeres y naturaleza, pues ambas se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. La imagen del cartel muestra la crisis ambiental donde se distinguen elementos que manifiestan el desenvolvimiento de esta lucha por conseguir un trato justo y digno para el ecosistema, asimismo refuerza la búsqueda de reconocimiento y apelación. A primera vista encontramos una montaña asemejando el rostro de una mujer (pareidolia) con una “cabellera” representada por el follaje de los árboles. Las distintas tonalidades de verde que significan posesión, tenacidad, poder y autoafirmación, pasando al tono esmeralda que significa esperanza, seguridad y resistencia, seguido a los verdes más claros que son voluntad de actuar, estabilidad y salud. Detrás de la protagonista se encuentra un fondo con una atmósfera lúgubre y realista donde se aprecia una tormenta que representa los problemas que permanecen en la actualidad.
REVIVIR
El contexto de ideas de este cartel hace alusión, en primer lugar, al feminismo relacionado con otra problemática con la misma importancia que es la crisis climática, es decir, la vinculación central que da pie al llamado “ecofeminismo”. Ambas cuestiones requieren la misma visibilidad y conciencia social. Los feminicidios han aumentado cada año, demostrando que la violencia de género es un problema grave que debe solucionarse. En otro sentido, la explotación de los ecosistemas a lo largo del planeta se ha convertido en una catástrofe. Hemos llegado al límite de los recursos naturales para satisfacer “necesidades”, esto provocado por el capitalismo. El mensaje del cartel radica en la toma de conciencia sobre el valor de la vida y la justicia. Se intenta provocar un cambio de actitud, empatía y sensibilizar sobre situaciones de violencia que atañen tanto al medio ambiente como a la sociedad. La mujer representa el valor, coraje y tenacidad, asimismo sugiere su visibilidad y reclamo, dándole voz a la naturaleza y a su vez representa el deseo de un mundo más justo. El megáfono simboliza esa fuerza para levantar la voz exigiendo sus derechos y protección mutua.
La mujer y la naturaleza, más unidas que nunca
Este cartel está dirigido principalmente a todas las mujeres que encuentran en sí mismas una relación positiva con la naturaleza, que se identifican como defensoras del medio ambiente y que mantienen una lucha no violenta por la conservación de los bosques y la biodiversidad, que se une con el ecofeminismo. De esta forma buscamos representar a las mujeres activistas de un movimiento ecológico desde diferentes puntos del planeta, sin importar su raza o clase social. El tema se basa en el movimiento Chipko en 1972, que surge por varias disputas entre la industria maderera y mujeres en contra de la explotación irracional de los recursos forestales, donde se unieron madres campesinas y artesanas en la India para manifestarse abrazando 300 árboles y así obstaculizar la tala de bosques. Este movimiento poco a poco se ha ido expandiendo para el resto del mundo y aún sigue hasta el día de hoy en lucha por la defensa del medio ambiente.
UAM-XOCHIMILCO
Por su parte, los estudiantes del área de Ilustración (UAM-Xochimilco) de 11° trimestre del trimestre 22-P desarrollaron propuestas bajo la premisa de hacer un cartel ecoamigable más allá de la temática general, es decir desde la elección de los materiales y métodos para su diseño. Para ello se crearon ideas reutilizando materiales e incluso en algún caso creando propuestas “comestibles”, empleando la computadora sólo para ediciones y retoques finales. Este ejercicio prioriza la investigación de cada uno de los temas elegidos de manera libre por los estudiantes, se siguió un proceso de acompañamiento y retroalimentación individual y grupal con la finalidad de promover el intercambio de ideas facilitando la creatividad al servicio de la comunicación gráfica. Se presentan en esta muestra los trabajos de quiénes quisieron mostrarlos, además entregaron a tiempo y cumplieron con todos los requerimientos necesarios para la exposición.
¿Salvamos todas las vidas?
Desde el inicio de la pandemia por COVID-19 el uso de plásticos se ha disparado de manera asombrosa, no solo miles de millones de mascarillas, sino también guantes, desechos médicos y empaques de comida para llevar. Su aumento ha sido tal que los sistemas de reciclaje han colapsado en algunos países. Si no se toman medidas, más del 70% de este plástico terminará tirado en océanos y vertederos, y hasta un 12% será quemado causando contaminación y enfermedad en las zonas más vulnerables del planeta. La carga de desechos médicos de la pandemia amenaza la salud humana y sobre todo ambiental a nivel mundial, es mejorar la gestión de estos desechos para reducir los estragos que traerá al planeta.
PlástiCo2
Durante el siglo XX los plásticos fueron un gran aporte para solucionar muchas necesidades de la sociedad, pero el crecimiento de las ciudades y la cantidad de habitantes, ha aumentado notablemente la cantidad de residuos generados y la demanda de materias primas. Su lento procesamiento de degradación, así como toda la contaminación de agua y aire que provoca su fabricación, reciclado y desecho industrial lo ha convertido en un gran problema con muchas aristas desde dónde abordarlo, por lo que decidí enfocar mi investigación es los gases que se producen a lo largo de la vida de un plástico.
Animal Plastic
Aproximadamente llegan al océano unos 8 millones de toneladas de residuos plásticos al año. Bolsas de plástico, globos, botellas de vidrio, zapatos, material de embalaje… Todo lo que no se elimina o se recicla acaba en el mar, convertido en el gran basurero de la humanidad.
La mayoría de las aguas del planeta son internacionales, con lo que no están sometidas a ningún tipo de regulación que garantice su protección. Los macro y microplásticos están acabando con la biósfera marina e impactando a nivel global en la cadena alimenticia, se han encontrado ya microplásticos en la placenta humana, creemos que “la basura no es nuestro problema” pero estamos envueltos en ella por dentro y fuera.
Desperdicio de comida
Cerca de un tercio de la comida producida para el consumo humano se desperdicia en el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura.
Y este despilfarro se debe en gran medida a que muchas frutas y vegetales no cumplen con los estándares de belleza establecidos por los supermercados, que se niegan a comprar los productos que se alejen de la norma. Los valores superficiales de la cultura del consumo impacta en todas las cadenas y niveles de la producción e intercambio humano, llegando al desecho de alimentos sanos, necesarios para muchas personas y animales simplemente porque no se “venden bien”.
¿Dulce hogar?
Al colocar “Ecología 2022 en México” en el buscador la primera noticia que aparece es la deforestación por tala humana y debido a los incendios, esto causa la erosión de la tierra, los deslaves, la desertificación y pérdida de biósfera en general, contribuyendo también a nivel global con el cambio climático y extinciones masivas.
En pocas palabras el humano directa e indirectamente estamos acabando con la poca naturaleza que queda en nuestro país, uno de los más biodiversos del mundo. Es muy preocupante que el estado de salud del planeta Tierra aún no se mira como una prioridad mundial, ya que a la gente solo le importa más la industria y la acumulación de bienes para unos cuantos a costa de La Vida.
También tú arderás
Me interesa este tema porque las consecuencias desencadenadas por un incendio forestal generan un impacto mayor al que creemos.
Las principales causas de incendios forestales en México se dividen en:
Accidentales: Rupturas de líneas eléctricas o accidentes vehiculares.
Negligencias: Quemas agropecuarias, residuos fogatas, colillas de cigarros, quema de basura, limpieza de vías en carreteras y uso de fuego en actividades productivas dentro de zonas forestales.
Intencionales: Tala ilegal y quemas por conflictos personales o de comunidad. Además del daño generado en el ecosistema con la pérdida de especies y erosión del terreno, los incendios forestales también contribuyen en mayor medida al calentamiento atmosférico.
México se está quemando
Se considera incendio forestal a un fuego que sale del control del ser humano y normalmente se producen en zonas rurales , forestales y son más frecuentes en épocas de calor como el verano. El cambio climático ha empeorado estas condiciones por la subida de temperatura y sequías más fuertes y duraderas, creando lo que se denomina clima de fuego, que es cuando se generan días más calurosos, secos y ventosos creando las condiciones perfectas para los incendios forestales.
Dulce esclavitud
La deforestación a gran escala en Costa de Marfil a causa de la producción masiva de cacao causa enormes pérdidas de: especies endémicas, especies en peligro de extinción y vidas humanas víctimas de la carestía y la explotación (muchos ni siquiera han probado a qué sabe el chocolate).
Es necesario llamar la atención hacia este tema debido a que el consumo de chocolate de marcas transnacionales con prácticas depredatorias resulta muy fácil y normal para los consumidores de chocolate, quienes usualmente no conocen sobre el origen e impacto de su decisión de compra.
“Liberación”
El fin de este cartel es exponer cómo el sistema utiliza a la mujer y a la Tierra como proveedora de recursos que puede explotar y utilizar como un simple territorio que se conquista desde una perspectiva patriarcal de dominación.
El ecofeminismo también muestra la resiliencia y emancipación de la tierra-mujer, además de exponer cómo el sistema oprime y destruye la libertad de los ecosistemas y las mujeres.
La idea es crear una ilustración de la Mujer-Tierra con materiales orgánicos comestibles, e irla destruyendo poco a poco para mostrar cómo el sistema destruye y oprime tanto a la naturaleza como a la figura de lo que es una mujer libre. La intervención se registrará fotográficamente siendo las manos que realizan la acción, representación del sistema capitalista machista.
Problema barato
Mi idea es mostrar la explotación tanto laboral como de recursos naturales, que hay en la industria del fast fashion, mostrando lo que se nos quiere vender: ropa bonita y barata; como lo que realmente es: abuso y exceso sistémicos.
Empleando como materia prima y soporte del mensaje, playeras de alguna de estas mismas marcas de mala calidad.
¿Y mi ropa?
La Moda veloz o fast Fashion, está fundamentada en el consumismo, necesidad adquirida que demanda el cambio acelerado de guardarropa por temporadas cada vez más cortas con la finalidad de demostrar alta capacidad adquisitiva y por lo tanto estatus social.
Esta imagen resume cómo todo el sistema para mantener este estilo de vida daña desde la contaminación por elección de materiales y procesos de producción, hasta la generación de “basura” acumulada por el exceso.
Vida y muerte a la moda
Mi objetivo es denunciar la explotación normalizada y la actitud consumista de la sociedad, representada en este esqueleto sin ninguna otra aspiración más que encajar en los estándares de la moda.
El vestido es de gala hecho con varios trozos entrelazados de tela reutilizada, representa la enorme cantidad de desperdicio de tela que se genera anualmente. Abajo, hay manos que siguen arreglando el vestido, atadas por el hilo rojo que representa su sangre, su vida, su destino, reflejando el interminable y rápido ciclo de manufactura de ropa. Todas las agujas apuntan al ojo vigilante que los ve con desprecio, es la industria a la que solo le interesa que sigan trabajando. Solo se ven las manos trabajadoras porque sus rostros, sus cuerpos, sus nombres, no importan.
“Vida”
El medio ambiente es fundamental para la existencia de los humanos y los demás seres
vivos en cada ecosistema. La industria textil es la segunda que más consume insumos y la más contaminante del planeta; debemos ser conscientes en la cantidad de prendas que adquirimos y desechamos; reutilizar, renovar y reinventar no es una labor sólo de los diseñadores, científicos, químicos y demás profesionales, sino de todos los humanos como seres pensantes, aportar lo que esté en nuestras manos para mejorar la calidad de vida y el mundo que compartimos.
Calidad sobre cantidad.
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