Mexicalidad, diseño y nuevas generaciones
Diseño | Reseña por Mayra Cortés · 04.03.2019
El trabajo de una generación joven de diseñadores mexicanos fue el punto de partida presentado en la exposición Mexicalidad, diseño y nuevas generaciones, la cual hizo una revisión de su obra, su pensamiento y proceso creativo. La exposición se presentó en el Museo del Objeto del Objeto (MODO) con una selección de diseños aplicados a varias disciplinas y ámbitos.
La exposición reunió diferentes visiones del diseño que abarcan desde el ámbito público hasta el privado, mostrándonos que el diseño no sólo tiene como principal propósito recubrir de una estética agradable a los objetos que produce, sino que tiene objetivos más amplios e importantes. En la actualidad el diseño se ha diversificado y ya no es considerado sólo un campo profesional, sino un agente de cambio social y cultural al mismo tiempo que puede influir en nuestro contexto de forma positiva porque implica un proceso en muchas escalas.
De esta forma se le otorga al diseño un lugar importante dentro de nuestra sociedad, mismo que ha ido tomando fuerza gracias al trabajo comprometido de aquellos profesionales de esta disciplina que se han preocupado por su quehacer y por su contexto. Parte del hilo conductor de la exposición fue la forma en que los diseñadores materializan las inquietudes de su entorno con el objetivo de mejorarlo, dando como resultado diseños que trascienden gracias a su efectividad y funcionalidad, en suma, a su calidad, de ahí el título de la exposición, “Mexicalidad”, que juega con el lenguaje y hace referencia a que lo que se produce en México es de calidad.
La muestra estuvo dividida en varias secciones y si bien todas tienen su grado de importancia vale la pena destacar dos: la del diseño de impacto social y la del diseño y vida pública, pues en ambas confluyen proyectos que desde la innovación buscan generar un beneficio social y transformar o mejorar nuestro contexto de forma positiva más allá del culto al objeto y la estética, lo cual es muy interesante, pues al tener nuestro país tantos problemas no sólo sociales sino también culturales es de suma importancia que el diseño en México ponga especial atención en nuestra realidad.
Como ya lo mencionaba el diseñador Víctor Papanek en su libro Diseñar para el mundo real, “el diseño debe satisfacer las necesidades reales y urgentes de las personas y no basarse en el modelo consumista de los países centrales” (Campi, Isabel), es claro que los problemas que nos aquejan como país y como sociedad mexicana son complemente diferentes a los de Europa o América, etc., así que es sumamente relevante poner atención a los proyectos que toman en cuenta estos aspectos, ya que su impulso permitiría generar grandes cambios como lo han hecho los proyectos que presentó esta exposición.
Son variados los proyectos presentados dentro de estas secciones, desde iniciativas como colocar teléfonos públicos durante el sismo del 85 para poder ayudar a que la gente se comunicara, hasta la creación de señalización que permite organizar el flujo de la gente en el metro, pasando por proyectos de recuperación de espacios públicos que posteriormente han sido utilizados como espacios de recreación. Todos ellos con resultados encomiables y que actualmente siguen implementándose para seguir extendiéndose y llevarse a otras localidades.
En la sección dedicada al diseño y la identidad, que se compone de objetos de vestimenta e indumentaria, así como de utensilios domésticos, encontramos piezas que nos hablan de un país que ha revalorizado su identidad a partir de símbolos, o elementos del lenguaje y la cultura popular que nos identifican como mexicanos.
En la muestra se presentó claramente el mensaje del diseño como un ideal de modernidad, que se impone a pesar e independientemente del grado de industrialización en el que vivimos. A partir de esto, se advierte que el diseño tiene la capacidad de retomar las industrias locales y revitalizarlas y de esta manera se mostraron diseños contemporáneos en los que se trabaja en conjunto con artesanos, quienes nos recuerdan el valor de las cualidades tradicionales de nuestra sociedad. Lo importante y digno de reflexión y análisis para los usuarios y los mismos productores dentro de este tipo de diseño, es que estos recursos no sólo se utilicen como un cliché, sino con el objetivo de innovar, buscando que sus diseños tengan relevancia dentro y fuera de su contexto, pues sólo así pueden aportar contenido a nuestra historia general.
Dentro de esta misma sección se encontró qué es lo que México está aportando a la escena de la cultura global, uno de los temas frecuentes dentro del diseño en nuestro país es cómo la globalización afecta nuestra identidad cultural, pero es importante no sólo analizar cómo nos afecta sino darle la vuelta al conflicto y no ver la globalización sólo como una desventaja sino como lo contrario, y a través de ello mostrar al mundo el potencial que tiene nuestro país.
Este tipo de exposiciones son sumamente importantes pues a través de ellas podemos tener un panorama general del pasado del quehacer diseñístico en México, así como apreciar el que se produce en la actualidad y cómo ha impactado en nuestro entorno y en el mundo; hay una gran diversidad de proyectos producidos en los últimos años y muchos de ellos pueden servir de ejemplo para los futuros diseñadores. Desafortunadamente la muestra estuvo abierta hasta el 28 de febrero del año en curso, así que habrá terminado para cuando esta reseña sea publicada, sin embargo, quiero generar en los lectores un interés por ahondar en este tema y echar un vistazo a las propuestas de los diseñadores contemporáneos mexicanos, así como reflexionar con una mirada crítica sobre su trabajo.
Bibliografía
CAMPI, Isabel, La historia y la teorías historiográficas del diseño, Editorial Designio, México, 2013.
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