Texto curatorial: “Que no quede huella”
Artes Visuales | Crítica y opinión por Gloria Martha Hernández García · 12.09.2024
El tiempo todo lo da y todo lo quita, con el transcurrir de éste sólo quedan vestigios del pasado en forma de objetos derruidos, fotografías decoloradas y al final todo se desvanece. Ángela Gaitán (Bogotá, Colombia) se niega a “que no quede huella” como reza la famosa canción de Rodolfo Aicardi y el Bronco, ella emula un proceso de fosilización que la naturaleza ofrece en esos hallazgos invaluables que nos muestran una vida remota. La artista captura la esencia del entorno doméstico perdido mediante una especie de proceso alquímico, la semifosilización de cosas, ya sea con cerámica, como en sus carpetas tejidas y cortinas convertidas en esculturas, con concreto como en diversos utensilios tales como un martillo o unas llaves, por citar dos ejemplos.
La importancia de la difusión de una propuesta como la de Ángela Gaitán radica en mostrar que la creación artística contemporánea no se agota en los lenguajes tradicionales del arte, ni en las técnicas consabidas, ni en las temáticas recurrentes. La exploración de materiales y procesos es lo que distingue a la artista, en la cristalización de sal de manera diversa presente en su obra “Memorias de la sal” con la técnica de cianotipia en cajas de petri con cultivo de sal, o en su pieza “Hogar dulce hogar”, esténciles de sal sobre manteles individuales con el único fin de revivir las pulsiones y cargas energéticas de los objetos que alguna vez fueron una extensión de nuestro ser y que por este medio, logra por siempre, atesorarlas a través de su arte, nos acercan con el pasado y reviven un sinnúmero de vivencias y emociones en el presente.

Título: Tejido fosilizado No. 1. Técnica: Cerámica de baja temperatura.
Dimensiones: 30×29 cm.
2024.
La sal tiene un especial significado simbólico para la artista, sabemos que a este mineral se le atribuye una carga negativa como en la expresión “echar la sal” a una persona, pero también tiene un significado depurativo, cuando se ejercita un cuerpo se desechan toxinas en forma de sal, se aconseja dejar en sal un cuarzo para limpiarlo, de esta manera, Gaitán elige la depuración de toda energía adversa mediante la salinización. Las piezas exhibidas están cargadas de un halo energético que rememoran y revitalizan el tiempo y el espacio al que un día pertenecieron, mediante el trabajo artístico se depuran las energías negativas del objeto desechado, olvidado, arrumbado.

Título: Icnita
Técnica: Cerámica de baja temperatura tallada. Dimensiones: 39 x 26 cm.
Año: 2024
La presente exposición es una invitación a sumergirse en una cápsula del tiempo, donde la melancolía por recordar el espacio doméstico, íntimo, de la vida familiar, del territorio afectivo nos enfrenta a su inexorable destino, causa dolor la pérdida de la infancia, de la familia, del país, sin embargo, sólo mediante la alquimia poética de la “fosilización” y la cristalización de las sales ejercida por la artista se revitaliza el pasado. “Que no quede huella” es la consigna de lo que inevitablemente perecerá, pero la huella indeleble de que lo amado y lo que nos hace humanos perdurará gracias a la propuesta de Ángela Gaitán.
Gloria Hernández
Ciudad de México, junio de 2024.
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